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El mundo de los muertos es, sin duda, un misterio para los que estamos vivos. Se cree que después que fallecemos pasamos a otro plano espiritual. Sin embargo, existen casos en las personas no asimilan su muerte y siguen deambulando entre nosotros como si estuvieran vivas. Este es caso que da lugar a la leyenda del retrato de la Dama de azul.
Margarita Salvó, era una mujer que vivía a principios del siglo XX en una bella casa. Ésta se encontraba ubicada en Agraciada casi Buschental de la localidad del Prado en Montevideo.
El sector era un lugar que albergaba a personas de alta alcurnia y Margarita era una dama aristocrática que tenía un contacto especial con sus sirvientes y mucamas. Pero lo que más disfrutaba era salir en las tardes a pasear por las calles arboleadas del Prado, especialmente por la calle Buschental.
La leyenda del retrato de la Dama de azul
Margarita Salvó era amante de pasearse por Buschental. Tanta era la pasión de disfrutar del paisaje natural que sus familiares decidieron hacerle un retrato para el que posó con un vestido azul. Quienes participaron en la obra artística no imaginaron que posteriormente se convertiría en la leyenda del retrato de la Dama de azul.
Resulta que Margarita se enfermó de gravedad en el año 1920 y, por mucho que los médicos más destacados trataron de hacer, la dama falleció a finales de octubre. Dicen que cuando las ventanas de su cuarto estaban abiertas, los vecinos de la quinta de la mujer podían oír sus lamentos de gravedad.
Posterior a su muerte muy lamentada por sus amorosos sirvientes, dos de ellos se quedaron a cuidar la emblemática casa mientras se resolvía que hacer con ella. Mientras estuvieron allí comenzaron a ocurrir cosas extrañas que les causaron gran espanto.
Eventos fantasmagóricos
Al poco tiempo de su fallecimiento, los sirvientes de Margarita Salvó se impresionaron al ver que en las tardes por más que cerraran el portón, éste aparecía abierto.
No solo eso, sino que un día uno de sus servidores vio alejarse por las calles a una dama vestida de azul y cuando fueron a ver el retrato en él ya no estaba Margarita. En vez de ello, solo se veía el paisaje que rodeaba a la mujer en el momento en que fue pintado.
También la chimenea aparecía encendida por mucho que la apagaban, tal y como la prendía la dama del retrato cuando llegaba de sus paseos por Buschental.
Desde entonces, la casa fue cerrada y dentro solo quedó la leyenda del retrato de la Dama de azul.
Muchos son los vecinos que la han visto deambular por las calles, pero pocos se atreven a contarlo porque el solo hecho de pensar que un fantasma quedó atrapado en la localidad les causa un gran terror.
Se cuenta que un día uno de los niños vio el portón abierto y decidió entrar en la vieja casa. El pequeño salió despavorido al darse cuenta de que una mujer lo observaba desde la ventana.
Margarita Salvó murió, pero ella parece no saberlo y su fantasma quedó atrapado en el retrato, convirtiéndose en una de las leyendas más emblemáticas del Prado.
¿Es posible ver a Margarita Salvó? Si visitas un día en la tarde el Prado en Montevideo y caminando te topas con una mujer perdida y deambulando que desaparece de pronto, es posible que seas testigo personal de la leyenda del retrato de la Dama de Azul ¿Te atreverías?